La adopción de Chivo Wallet y de Bitcoin en El Salvador está siendo frenada por varios factores socioeconómicos que el gobierno de Bukele, el presidente de dicho país, no está abordando, como ya hemos comentado en otros artículos. Hace escasos días vio la luz un estudio realizado por varias universidades norteamericanas que analizaba el grado de implementación de bitcoin en la economía de El Salvador. Este estudio, que realiza un análisis exhaustivo del impacto y uso de bitcoin en la sociedad salvadoreña, arroja varias conclusiones acerca del potencial de las criptomonedas en este país.
Cuando el presidente Nayib Bukele anunció por primera vez la ley de Bitcoin en junio del pasado año, hizo una gran promesa a sus ciudadanos. La adopción de bitcoin, dijo, digitalizaría la economía, disminuiría la dependencia respecto al dólar estadounidense, reduciría las tasas de remesas -que representan alrededor del 20% del PIB del país- e impulsará las inversiones. El Salvador podría, según él, convertirse en el primer país en demostrar el poder transformador de una criptodivisa a escala nacional.
Como consecuencia de esto, el gobierno de El Salvador rompió una baza a favor de las criptodivisas proporcionando un gran impulso para incentivar el uso de bitcoin. Bitcoin no sólo está dotado de un estatus de prestamista legal, lo que permite que la moneda se utilice para pagar impuestos y deudas, sino que también debe ser aceptado por cualquier agente económico como medio de pago por ley. Además, el gobierno ofreció grandes incentivos para la adopción de Chivo Wallet, una plataforma que facilita las transacciones en bitcoin sin comisiones, incluyendo un gran “bono de bienvenida” de USD 30 y descuentos en gasolina.
En la actualidad, una vez que los usuarios adoptan Chivo Wallet y lo utilizan como forma de pago, el uso de esta billetera electrónica puede sustituir otros medios de pago como el efectivo, las tarjetas de crédito y las tarjetas de débito. Un dato positivo del estudio es que, efectivamente, se encuentran pruebas que confirman esta sustitución. En términos netos, los usuarios que han descargado Chivo Wallet han reducido su uso de efectivo en un 10%, mientras que su uso neto de tarjetas de débito se ha reducido en un 11%.
El estudio llevó a cabo un experimento natural en El Salvador para poder medir la elasticidad de sustitución entre Chivo Wallet y otros métodos de pago. Como ya hemos mencionado, el gobierno introdujo una política en la que los usuarios pueden obtener un descuento de alrededor del 8% por galón (30 centavos) si se compraba gasolina utilizando Chivo Wallet. El estudio identificó a los encuestados que tienen coche, que tienen gastos de gasolina y que han descargaron Chivo Wallet. A continuación, utilizando sólo esta submuestra de usuarios, se construyeron dos grupos: un grupo de tratamiento compuesto por los que conocen el descuento en la gasolina (64% de la submuestra), y un grupo de control que incluye a los que no conocen el descuento en la gasolina (36% de la submuestra).
Tras esto, se concluyó que la magnitud de la elasticidad entre Chivo Wallet y otros métodos de pago es mayor que la elasticidad de sustitución entre el efectivo y las tarjetas estimada por un estudio de Álvarez y Argente (2022), quienes encontraron valores bajos de este parámetro usando como referente los viajes con Uber en México. Esto implica, por ejemplo, que los costes de bienestar de las políticas que desincentivan los métodos de pago (como el efectivo) son menores si existen métodos de pago digitales. No obstante, los autores enfatizan que esto debe interpretarse con cautela, ya que escogieron una submuestra pequeña y muy específica de usuarios que probablemente den resultados más elásticos que la persona media en El Salvador.
En cuanto a la descarga y uso de la app, el estudio concluyó que, aunque la mayoría de los ciudadanos de El Salvador tiene un teléfono móvil con Internet, menos del 60% ha descargado Chivo Wallet y el 20% ha seguido utilizando la aplicación después de gastar los 30 dólares del bono de inscripción. Además, el 5% de los ciudadanos ha pagado impuestos con bitcoin, y a pesar de su estatus de oferente legal, sólo el 20% de las empresas -la mayoría grandes- aceptan bitcoin y únicamente el 11.4% informan acerca de haber tenido ventas positivas en bitcoin.
En el primer trimestre de 2022, encontramos que casi no hay nuevos adeptos y la proporción de remesas en bitcoin está en su punto más bajo desde el lanzamiento de Chivo Wallet. Esto pone de manifiesto los retos a los que se enfrentan las criptomonedas para ser ampliamente aceptadas, incluso después de haber disfrutado de un gran impulso gubernamental y en circunstancias favorables. También a pesar de continuar siendo relevantes para los países que estudian su viabilidad como divisas. Lo que está sucediendo en El Salvador puede servir como lección a otros países interesados en las criptodivisas y ayudar al análisis de las políticas que fomentan la adopción de los pagos digitales.
Otra conclusión que se puede extraer del estudio es que el coste fijo de la adopción de esta nueva tecnología de pagos es grande; en promedio, el 0.7% de la renta anual per cápita. Sin embargo, condicionada a la adopción, la elasticidad de sustitución entre Chivo Wallet y otros métodos de pago es grande. También encontramos que este método de pago electrónico presenta fuertes complementariedades estratégicas, lo que aumenta la importancia de la coordinación para incentivar la adopción.
Aunque este estudio parece ser más preciso que sus predecesores, es difícil hacerse una idea del alcance de la adopción de Bitcoin en el país. En enero, el gobierno respaldó un informe según el cual al menos 4 millones de ciudadanos -casi toda la población del país- habían sido verificados como usuarios de la billetera electrónica del gobierno en esas últimas semanas. Sin embargo, en marzo, una encuesta publicada por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador informó que el 86% de las empresas contactadas negaron haber realizado transacciones con Bitcoin.
Algunas entrevistas con decenas de ciudadanos salvadoreños, economistas y desarrolladores de tecnología revelaron grietas en el proyecto. Desde su puesta a punto, la iniciativa ha estado plagada de fallos técnicos, a la vez que han surgido tensiones por el desajuste entre lo que algunos denominan “ethos descentralizado” de Bitcoin y un gobierno con tintes autoritarios. Sólo el tiempo dirá si finalmente bitcoin continúa expandiéndose e integrándose con éxito en la economía salvadoreña y si proyectos como los bonos bitcoin son viables, a pesar de las polémicas.
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