El dramático colapso de Luna y Terra (UST) nos recuerda que los algoritmos son falibles. Muchos confiaron en Terra, porque tenía el aval de grandes nombres dentro del espacio cripto. Ahora todos están con las manos en la cabeza. Su caída fue trágica y colosal. Ahora bien, las stablecoins “algorítmicas”, en cierto modo, han surgido como una alternativa a las stablecoins “no-algorítmicas”. Se podría decir que se presentan como una solución para eliminar el factor humano de la ecuación. O sea, se trata de supuestas stablecoins “descentralizadas”. Por ende, ante los ojos de muchos, más nobles y más seguras que sus contrapartes “centralizadas”. O, por lo menos, así va la narrativa.
Tether es una criptomoneda (un token). Su paridad es 1:1 al dólar. Y ese anclaje es garantizado por una corporación: Tether Limited. Ahora bien, Tether es la representación del dólar más popular en el mundo de las criptomonedas. Por otro lado, se trata de un modelo privado y centralizado. Sin embargo, los dueños de Tether no son muy dados a las regulaciones. Al parecer, son «espíritus libres». No son muy dados a las auditorías independientes. No son muy dados a rendir cuentas. En líneas generales, no son el ente más transparente del mundo. De hecho, han pisado los tribunales en más de una oportunidad. Y, para colmo de males, con el tiempo, (la compañía) se ha visto forzada a revelar que no todo es lo que parece. Resulta ser que la supuesta paridad no es tal. Ya que los depósitos en fiat no cubren la totalidad de los tokens emitidos. Esto no es algo dicho por los críticos de Tether. Eso es algo dicho por los propios voceros de la compañía.
Ahora bien, si el peligro de una stablecoin algorítmica es un defecto técnico, el peligro de una stablecoin convencional es el fraude. La solución espartana de la corriente libertaria ante ambos de estos peligros es la “responsabilidad personal”. Estudia solo. Cuídate solo. Y sufre solo. La solución no es, para muchos, la regulación, porque eso implicaría invitar al Gobierno a la fiesta. Y debemos recordar que el Gobierno siempre es “malvado”. Un “Te lo dije” fueron las palabras de aliento, por parte de estos espartanos, para los caídos en el caso de Luna-Terra. Al parecer, esta comunidad se compone exclusivamente de chicos rudos. No es mi caso. Yo, francamente, lamento mucho lo sucedido. Sé de personas que perdieron todos sus ahorros.
Ahora bien, no hay que investigar mucho para que el caso Tether llegue a preocupar. Recomiendo indagar en su controvertido pasado. Las personas involucradas no inspiran mucha confianza. Y la falta de transparencia de Tether tampoco inspira mucha confianza. Nadie sabe lo que realmente ocurre tras bastidores. En mi opinión, tenemos una bomba de tiempo con Tether. Se trata de un proyecto que está en todas partes. Su volumen diario es enorme. Y su capitalización es gigantesca. Hablando de un talón de Aquiles. Bueno, aquí tenemos uno de proporciones épicas. ¿Podría Tether soportar una huida masiva?
Ahora la gran pregunta: ¿Por qué su popularidad? Sí, los principales exchanges aceptan Tether. Y eso en la mente de los usuarios es, en cierta forma, un aval. Se asume que los exchanges sometieron al token a un examen de admisión y el token pasó la prueba con éxito. ¿Será eso cierto? Por otro lado, Tether, hasta ahora, ha funcionado. La compañía ha podido garantizar la paridad. Entonces, tenemos a un token bastante popular, líquido, omnipresente, y conveniente. Pese a las críticas, funciona. En otras palabras, hace su trabajo.
Durante la crisis de Luna-Terra, muchos de los usuarios de Tether entraron en pánico y vendieron Tether para comprar BUSB y USDC. Lo que podría estar diciéndonos que la confianza en Tether no es muy fuerte. Se usa con frecuencia al estilo de un mal necesario, pero la fe en el proyecto no es definitivamente total. ¿Hay algo fraudulento en Tether? ¿Tendremos un colapso parecido al de Luna-Terra? No lo sé. Es posible que se trate de un proyecto administrado de un modo bastante peculiar y nada más. Es posible que los rumores y sospechosas no tengan base. Sin embargo, Tether emite muchas banderas rojas juntas. Repito: El proyecto no inspira mucha confianza. Claro que esta opinión es subjetiva. Es una corazonada. Se trata simplemente de un usuario escéptico. Su prueba definitiva será el tiempo.
¿Qué podríamos hacer? El apoyo de Tether por parte de los exchanges es tal que en la mayoría de los casos evitar al peculiar token es prácticamente imposible. Por algún lado u otro, uno siempre termina encontrándose a Tether en el camino. Mi solución ha sido usar Tether cuando tenga que usarla. Pero siempre por lapsos cortos y montos bajos. No tengo Tether en mi portafolio. Pero es una herramienta que se podría usar de vez en cuando según su conveniencia. Hay personas que te pagan en Tether. Bueno, acepto el pago y luego hago el cambio. Al mismo tiempo, hay personas que te piden Tether para realizar una transacción. Bueno, se hacen los cambios y se realizan las transacciones sin mayores complejos.
El efecto red de Tether es muy fuerte. Sin lugar a dudas, se ha impuesto como la stablecoin más usada. ¿Cuál es el dilema? La estabilidad en este espacio es necesaria. No todos tenemos el corazón de soportar la volatilidad de Bitcoin y las demás criptomonedas incondicionalmente. Yo la tolero, pero hasta cierto punto. En lo personal, necesito esa tranquilidad que un activo estable le ofrece a mi portafolio. Cabe destacar que el fiat en los bancos no siempre te ofrece la misma versatilidad de una stablecoin. Sin embargo, acumular stablecoins también representa un peligro.
Los exchanges seguramente se lavarán las manos a la hora de un colapso al estilo Luna-Terra. Le escribí a varios exchanges al respecto y he obtenido respuestas muy a lo Poncio Pilatos. No me sorprendería que nos dejaran solos en el hipotético colapso de un Tether. Nadie se hace responsable. Porque volvemos al tema de la “responsabilidad personal”. En este caso, la protección disponible podría ser, por una parte, la diversificación. O sea, no poner todos los huevos en una misma canasta. Y, por otro parte, confiar en los proyectos más “confiables”. En mi caso, “confiable” significa “regulado”. Sé que no es una garantía total. Pero supongo que se trata de escoger el menor de los males.
En lo que se refiere a mis finanzas, no soy un idealista. Soy pragmático. Mi prioridad no es defender un dogma. Mi prioridad es preservar mi dinero. Si tengo que ir a un tribunal para recuperar mi dinero, voy. Si hay que pedir la ayuda del Papá Estado para este fin, voy encantado de la vida. A la hora de ser víctima de un fraude, recurro a la justicia. Al momento de colocar mis ahorros en una stablecoin, me voy por la opción más transparente, regulada y segura disponible. Me temo que Tether no cumple con este criterio.
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