¿Cómo saber si realmente estamos ante un gran cambio de paradigma a punto tal de lograr que nada cambie? ¿Las finanzas descentralizadas… lo son?.
Las recientes noticias de posible venia al BTC por parte de Panamá como así también de Cuba suman aliados estratégicos a la gran cruzada por declarar de manera masiva al BTC como moneda de curso legal.
La euforia del colectivo Bitcoiner eleva la temperatura mientras se piden a gritos correcciones de velas que parecen no mover ni a una balsa casera.
Hay una gran creencia de que las buenas noticias traen alzas mientras el presidente de El Salvador seguramente comienza a perder un poco la paciencia, ya que necesita vender sus bonos apalancados en BTC o rogar que la cotización sea +60k, quizás!
Bitcoin lucha por ser aceptado por todos y terminará consiguiéndolo
Ahora bien, toda esta información que tranquilamente puede ser parte de un relato dramático sobre la Odisea del BTC frente a ganadores y perdedores de apuestas en largo o corto, corren el velo de una realidad que permanece inalterable.
Y esta realidad tiene que ver con la dependencia de la gran insignia del mundo descentralizado a la más precaria y devaluada manifestación del mundo centralizado.
Hay algo que no se quiere decir en el mundo DeFi, o que constituye una leyenda urbana, y tiene que ver con la vital y desesperada lucha de reconocimiento que lleva Bitcoin adelante para lograr masificar escenarios geopolíticos de aceptación, aspecto que en definitiva ponen en evidencia que se depende cada vez más de una declaración o venia por parte de algún que otro gobierno de turno. Es decir, la transformación será en la medida que se quiera que sea, y que se permita ser lo que aceptamos que sea, más no lo que no nos gusta (desde la política) que eso sea. El BTC molestará más o menos en la medida que reporte algún que otro interés a quienes ejercen el poder real.
Casi como un actor que reclama sus aplausos, el BTC lucha por ser aceptado cada vez más, construyendo la confianza a medida que aumenta el consenso, es decir… detrás no hay nada… pero habrá algo… ¡seremos muchos!
Salgamos de las finanzas (lo cuantitativo) y vayamos a un campo más calitativo, para construir el objeto desde una relación sujeto a sujeto.
La comunidad “cree”, como se cree en algún que otro arquitecto del universo, y esa creencia modifica hábitos y esos hábitos imponen, el territorio se impone.
Pero por otro lado, sigue su curso natural la más precaria dependencia a los activos tradicionales aun en épocas de tormentas inflacionarias que llegan hasta el Norte mismo.
Bitcoin y Blockchain rompen las ataduras tradicionales
Quizás no se termina de ver que es momento de romper ataduras, la verdadera transformación sucede cuando no se tiene dependencia, cuando es posible sostener un sistema de valores basados en la confianza, la integridad, la trazabilidad, la auditabilidad, sin depender de aquél que justamente ha traicionado por años cada uno de los principios que enarbolan la tecnología blockchain.
Es verdaderamente limitante reducir el potencial de una tecnología a la posible aceptación o no de quienes trabajan en política o hacienda, porque implica reducir la esencia misma del objeto a la perspectiva subjetiva del sujeto que la apropia de manera causal para algún beneficio particular o sectorial.
Blockchain romperá el orden de todo lo dado mientras más se distancie de las finanzas descentralizadas y de aquella batalla geopolítica que Bitcoin juega de manera singular y concreta por su exclusiva perdurabilidad.
Una pena que muchos esfuerzos se consuman en mirar alzas o bajas, operaciones de corto o largo; cuando la gran bondad es pensar en promover día a día la tecnología blockchain en la transformación de lo cotidiano.
Quizás la vuelta a la carga por el voto telemático, esta vez con tecnología blockchain; como así también el uso de ésta tecnología para las licitaciones y concesiones de obra pública sean los grandes paradigmas de una sociedad cada vez más transparentes, en ecosistemas de marcada corrupción.
Pensar los concursos de cargos y el financiamiento de partidos políticos; asociaciones civiles; sindicatos; clubes de fútbol y demás entidades con blockchain nos enfrentaría de una vez por todas a la verdadera caja de Pandora.
Es necesario abrir y dejar salir todos los males, tolerar la tormenta, para poder así pensar en una verdadera transformación, no sólo de Latinoamérica, sino del mundo. Y una vez que eso suceda… poco importa si BTC es moneda de curso legal o no, lo que importará es que la moneda que sea que esté en vigencia, será fruto de la tecnología blockchain, y ése será el verdadero cambio de paradigma, allí la descentralización como construcción ciudadana de un orden, habrá visto la autonomía y simetría que la teoría profesa, mientras… todo es más de lo mismo.
Descargo de responsabilidad
Toda la información contenida en nuestro sitio web se publica con buena fe y sólo con fines de información general. Cualquier acción que el lector tome sobre la información encontrada en nuestro sitio web es estrictamente bajo su propio riesgo.